martes, 28 de octubre de 2008
domingo, 26 de octubre de 2008
sábado, 25 de octubre de 2008
René Descartes
(1596-1650)
Duda Metódica (O Hiperbólica)
Método seguido por Descartes para la comprobación de la verdad de sus creencias y el descubrimiento de una verdad absolutamente indudable.
Los rasgos básicos de la duda metódica propuesta por Descartes son los siguientes:
1. Es metódica: con ello se quiere decir que no hay que confundirla con las dudas del escepticismo como movimiento filosófico. En su época había en Francia escépticos que creían imposible el conocimiento; sin embargo Descartes emplea la duda precisamente para superar este escepticismo y tiene como objetivo encontrar una proposición que resista absolutamente cualquier duda imaginable.
2. Es universal: pone en cuestión absolutamente todos los conocimientos, tanto los de sentido común y los basados en la percepción como los que tienen su origen en la investigación científica, incluida la propia matemática. El único tipo de creencias que no cuestiona expresamente es el relativo a las verdades religiosas: cuestiona la legitimidad de los sentidos y de la razón pero no trata explícitamente de la legitimidad de la fe y la revelación.
3. Es hiperbólica o exagerada: con ello se quiere decir que es radical. Descartes no nos dice sólo que tenemos que dudar de aquello que, tras un examen o comprobación, veamos que es falso; esta es una recomendación de sentido común y un requisito mínimo del ejercicio de la razón. Su propuesta es mucho más radical: tenemos que dudar de aquello que vemos que es falso, pero también –y esto es lo esencial– de aquello que podamos plantear alguna duda, incluso en el caso de que no podamos mostrar que es falso; si nos cabe alguna duda, nos dice Descartes, podemos considerarlo como si realmente fuese falso.
4. Es una consecuencia de la primera regla del método: debo admitir como verdadero sólo aquello que se presente ante mi mente con absoluta claridad y distinción y por lo tanto con evidencia. En este sentido, es una de las máximas expresiones de racionalismo: sólo podemos admitir como ciertas aquellas creencias que han sido revisadas y evaluadas por nuestra propia razón, y no por instancias ajenas a ella (la tradición, la autoridad, el prejuicio, ...).
5. Tiene una vigencia en el tiempo: Descartes la utiliza como un recurso para llegar a proposiciones evidentes, a conocimiento verdadero. En cierto modo lo que hace Descartes se parece a una historia: tiene un comienzo, una serie de fases o etapas y un final, y lo que vale al principio no vale en el medio ni al final: en un momento de la duda Descartes considera que tal vez estemos dormidos cuando sin embargo nos parece estar despiertos, y en otro duda incluso de la matemática; si no somos cuidadosos podríamos decir que, según Descartes, es imposible separar la vigilia del sueño o que nunca podremos estar absolutamente seguros de la matemática, cuando esto no es así. Duda de la vigilia y de las matemáticas sólo en los momentos precisos del ejercicio de la duda metódica en donde los cuestiona, pero tras el descubrimiento de un primer principio (el cogito) y la demostración de la existencia de Dios y de su bondad, podrá revisar sus afirmaciones anteriores y superar la duda. Por ello, si nos preguntan sobre las creencias de Descartes relativas a esta cuestión deberíamos decir más bien que, por ejemplo, dudó de la matemática en un momento determinado pero que al final consideró que es uno de los saberes más excelentes que nos cabe obtener.
6. La duda propiamente no descubre verdades nuevas, verdades en las que no creyese al principio, antes de usar la duda metódica; antes de la duda creía en la veracidad de la matemática, de los sentidos, creía en la existencia de Dios, en la existencia del alma y de su inmortalidad; después de la duda cree también en estas proposiciones. ¿Qué ha ganado? Ha ganado evidencia. Antes creía en esos temas sin tener propiamente conocimiento: en algunos casos por mera inclinación natural –los sentidos–, en otros por la tradición –las verdades religiosas–, en otros porque se lo mostraba su razón, aunque no radicalmente –como en matemáticas–. Ahora cree en lo mismo pero con conocimiento absolutamente fundado, con conocimiento consecuencia del ejercicio pleno de su razón. De todas formas, es preciso recordar también que sí hay algunas creencias que quedan modificadas: la no distinción clara entre alma y cuerpo, y las creencias relativas a ciertas cualidades sensibles: antes del ejercicio de la duda creía que las cosas tenían color, sabor, tamaño, movimiento. Ahora cree que alguna de estas propiedades existe realmente en los cuerpos –las llamadas cualidades primarias– mientras que otras no, pues son en cierto modo subjetivas –las llamadas cualidades secundarias–.
7. Es teorética, no práctica: pone en cuestión los conocimientos y tiene como objetivo encontrar un conocimiento firme, pero no debe extenderse a la vida práctica, a la conducta. En la vida práctica es inevitable seguir opiniones que son solamente probables.
8. No se aplica a todas las creencias tomadas de una en una: dado que en nuestra mente tenemos miles (o millones) de creencias y que nunca podríamos terminar de revisar todas, la duda se debe aplicar a los fundamentos de las creencias más que a las creencias mismas. Como encuentra que todo lo que conocemos lo conocemos por los sentidos o por la razón, considera necesario examinar la legitimidad de ambos métodos de conocimiento. Si encontrásemos dudas razonables en cuanto a su legitimidad, todas las creencias fundamentadas en ellos quedarían en cuestión.
Pasos fundamentales de la duda metódica tal y como aparece en las “Meditaciones Metafísicas”:
1. Primer momento (la duda propiamente dicha): “pérdida del mundo”
a) duda de los sentidos:
-
los sentidos nos han engañado en muchas ocasiones: pone en cuestión sólo actos concretos de percepción, aquellos que no se dan en condiciones favorables;
-
el sueño es indistinguible de la vigilia: pone en cuestión la totalidad de actos de percepción;
b) duda de la razón:
-
a veces nos equivocamos al razonar: pone en cuestión sólo actos concretos de razonamiento, aquellos que se hacen con precipitación y descansan en la deducción;
-
Dios nos ha podido hacer de tal modo que nos engañemos siempre (hipótesis del genio maligno): pone en cuestión la totalidad del ejercicio de la razón, incluida la intuición de las verdades matemáticas;
c) conclusión de la duda: podemos dudar de los sentidos y de la razón, podemos dudar de la existencia de los cuerpos –incluido el propio– , de las otras personas y sus mentes, de las verdades de la experiencia ordinaria y del sentido común, podemos dudar de las ciencias –incluida las matemáticas–.
2. Segundo momento: descubrimiento del cogito
a) la proposición “pienso, luego existo” no puede dudarse en absoluto;
b) podemos aceptar que existimos, y que existimos como seres o cosas pensantes.
3. Tercer momento: “recuperación del mundo”
a) primera parte: demostración de la existencia de Dios
-
tampoco son dudables nuestras ideas;
-
observación y clasificación de los tipos de ideas;
-
demostración de la existencia de Dios mediante dos pruebas:
-
la idea de un ser perfecto;
-
la imperfección y dependencia de mi ser;
-
b) segunda parte: demostración de la legitimidad y objetividad de nuestras facultades cognoscitivas:
-
afirmación de la bondad de Dios;
-
dado que Dios existe, nos ha creado y es bueno, podemos confiar en nuestros sentidos y nuestra razón, particularmente en todo aquello que se presente con claridad y distinción a nuestra mente;
-
rechazo de los anteriores motivos de duda, en particular de la hipótesis del genio maligno y de la indistinción entre sueño y vigilia.
viernes, 24 de octubre de 2008
saludos a los hermanos cubanos
C D/F# G
Amada, supon que me voy lejos
F G C D/F#
Tan lejos que olvidaré mi nombre
G F Em Am
Amada, quizas soy otro hombre
G/B C Dm [ D C B A G] <--solo el bajo
MAs alto y menos viejo
G C Bb A
Que espera por si mis---mo
F Em Dm G C Cadd9
Alla lejos alla trepando el dulce abismo
F Em Dm G C D/F# G F C G C
Alla lejos alla trapando el dulce abismo
Amada, supon que no hay remedio
Redmedio, es todo lo que intento
Amada, toma este pensamiento
Colocalo en el centro de todo el egoismo
F Em Dm G Ebdim [AB]C
Y ve que no hay ausencia para el dulce abi--------smo
F Em Dm G C D/F# G F C G C
Y ve que no hay ausencia para el dulce abismo
Amada, supon que en olvido
la noche me deja prisionero
amada, habra un lucero nuevo
que no estara vencido de luz y de optimismo
y habra un sin fin latente bajo el dulce abismo (bis)
Amada, la claridad me cerca
yo parto, tu guardaras el huerto
Amada, regresare despierto
una mañana terca de musica y lirismo
Regresare del sol que alumbra el dulce abismo (bis)
C 0-3-2-0-1-0
D/F# 2-0-0-2-3-2
G 3-2-0-0-0-3
F 1-3-3-2-1-1
Em 0-2-2-0-0-0
Am x-0-2-2-1-0
Dm x-x-0-2-3-1
G/B x-2-0-0-0-3
Cadd9 x-3-2-3-3-1
Ebdim x-x-1-2-1-2
SOL* RE/FA# SOL*
A)Conozco un vagabundo del espacio
RE/FA# SOL*
recorre el universo en su asteroide
RE/FA# DO LA
sin órbita ni puerto ni partida
RE/FA# Do SOL* - RE/FA#
tapa la soledad con todo el frío
SOL* - RE/FA# - LA (2t) RE/FA# - DO - SOL* - RE/FA# - SOL*
de su vida
A)Un día llegó un pájaro a su isla
dentro de un pomo que cabía en su mano
daba tristeza verlo allí encogido
cantándole al silencio sin respuesta
sin sentido
FA# Sim
B)El vagabundo nunca oyó a su pájaro
LA RE/FA#
y lo veía cantar tras los cristales
DO SOL
hasta que un día pudo más su sueño
RE/FA# DO LA - RE/#
y lo libro de la escafandra blanca
SOL* - RE/FA# - LA (2t) - RE/FA# - DO - SOL* - RE/FA# - SOL*
de animales
A)El pájaro flotó hasta congelarse
como las lagrimas del vagabundo
entonces metió el pájaro en la jaula
y lo soltó a la suerte con que vino
sin comprender jamás
lo sucedido
miércoles, 22 de octubre de 2008
saludos a los hermanos venezolanos
BASTA DE HIPOCRESIA
Am Em
Basta de mentes hipócritas
Am Em
basta de mentes estólidas
B7 Em
que nos quieren mandar
Am Em
levantemos para siempre la espalda
B7
destrocemos el látigo
Em
que nos quiere marcar
A E
Campesino, por tu propia tierra
A E
obrero, por tu propia fabrica
A E
estudiante, por tu propia idea
B7 E
busquemos lo que ha de enmancipar
A E
Sequemos el sudor de nuestra frente
A E
y busquemos tras las nubes al sol
A E
busquemos con alborozo
B7 E
el sol maravilloso de la liberación,
A E
busquemos con alborozo
B7 E
el sol maravilloso de la Revolución.
Am Em
Basta de mentes hipócritas
Am Em
basta de mentes estólidas
B7 Em
que nos quieren mandar
Am Em
levantemos para siempre la espalda
B7
destrocemos el látigo
Em
que nos quiere marcar
A E
Campesino, por tu propia tierra
A E
obrero, por tu propia fabrica
A E
estudiante, por tu propia idea
B7 E
busquemos lo que ha de enmancipar
A E
Sequemos el sudor de nuestra frente
A E
y busquemos tras las nubes al sol
A E
busquemos con alborozo
B7 E
el sol maravilloso de la liberación,
A E
busquemos con alborozo
B7 E E
el sol maravilloso de la Revolución.
martes, 21 de octubre de 2008
domingo, 19 de octubre de 2008
saludos a los hermanos mexicanos
Yo ya estoy hasta la madre
De que me pongan sombrero
Escuche entonces cuando digo
No me llames frijolero
De que exista algun respeto
No metamos las narices
Nunca inflamos la moneda
Haciendo Guerra a otros paises
Te pagamos con petoleo
e intereses nuestra deuda
Mientras tanto no sabemos
Quien se queda con la feria
Aunque nos hagan la fama
De que somos vendedores
De la droga que sembramos
Ustedes son consumidores
Coro:
Don¿t call me gringo, You fuckin beaner
stay on your side of that goddamn river
don¿t call me gringo, You beaner.
No me digas beaner, Mr. Puñetero
Te sacaré un susto por racista y culero.
No me llames frijolero, Pinche gringo
puñetero.------(chingao)
Now I wish I had a dime
for every single time
I¿ve gotten stared down
For being in the wrong side of town.
And a rich man I¿d be
if I had that kind of chips
lately I wanna smack the mouths
of these racists
Podras imaginarte desde afuera,
Ser un mexicano cruzando la frontera
Pensando en tu familia mientras que pasas
Dejando todo lo que tu conoces atras
Tuvieras tu que esquivar las balas
De unos cuantos gringos rancheros
Les seguiras diciendo good for nothing
wetback? y tuvieras tu que empezar de cero
Now why don¿t you look down
to where your feet is planted
That U.S. soil that makes you take shit for granted
If not for Santa Ana, just to let you know
That where your feet are planted would be Mexico
Correcto!
viernes, 17 de octubre de 2008
recapacitando sobre la lucha, siempre...
Nacido en Yanovka, Ucrania en 1879, Lev Davídovich Bronstein más conocido como León Trotsky llegaría a ser una de las figuras más señeras de la revolución rusa de 1917.
Teórico y político, tuvo a su cargo las negociaciones para el retiro de Rusia de la Primera guerra mundial así como la formación del ejército rojo que daría el triunfo a la revolución bolchevique y sería el primer paso para instaurar los soviets en toda Rusia.
Trotsky, de una familia de terratenientes de origen judío, estudió matemáticas en Nikolayev lugar donde conocería las teorías marxistas y organizaría la Liga Obrera del Sur de Rusia, cuyo activismo contra el régimen zarista le acarrearía persecuciones y encarcelamientos, incluso en Siberia.
Logra escapar de la cárcel y llega a Londres, en donde se pone en contacto con Lenin, Julius Martov y a Georgi Plejánov, dirigentes del Partido Obrero Socialdemócrata de Rusia (POSDR). El partido editaba el periódico Iskra (”Chispa”), y él comenzó a colaborar adoptando como seudónimo el apellido de uno de los guardias de la prisión siberiana: Trostsky.
En 1903, Trotsky rompe con Lenin al no coincidir en algunas de las propuestas del líder bolchevique y se alinea al ala menchevique. Tras esto, regresa a Rusia en 1905 y se da a la tarea de organizar el primer soviet (célula revolucionaria) en San Petersburgo. La revolución de 1905 fracasó y Trotsky fue enviado prisionero a Siberia.
Tras la salida de la cárcel, viaja a Estados Unidos y en Nueva York, donde se desempeñaba como periodista, se entera del estallido de la revolución. Regresa a Rusia y asume la dirigencia de la Organización Socialdemócrata Interdistrital, además se integra al soviet de Petrogrado. Se aparta de los postulados mencheviques y se involucra con los bolcheviques en la lucha revolucionaria. Su capacidad oratoria le abre las puertas del Comité Central del partido bolchevique.
Una vez dentro del partido bolchevique, Trotsky apoyará a Lenin convirtiéndose en su hombre de confianza. Un gobierno provisional es instaurado dejando a cargo a Alexander Kerensky. Entre las misiones de Trotsky estuvo la de firmar con los alemanes el tratado de paz de Brest-Litovsk, con el que Rusia perderá buena parte de sus territorios occidentales.
Ese mismo año es nombrado comisario de guerra, cargo bajo el cual se dará a la tarea de crear y dirigir el Ejército Rojo, gracias al cual no se perdió la revolución cuando sobrevino la guerra civil de 1918.
Fue uno de los miembros más importantes del Politburó y desde ahí apoyó a Lenin, hasta que después de un atentado que sufriera el líder y que minaría su salud, lo obliga a apartarse de la política.
Con la salida de Lenin del partido, Trotsky tuvo que enfrentarse a sus enemigos políticos: Grigori Zinóviev, Liev Kámenev y Stalin que poco a poco, se apoderaron del partido. Una vez tomado el control, acusaron a Trotsky de indisciplina por lo que es destituido del comisariado de guerra, después suspendido de la dirigencia del partido y por último, expulsado. Se le deportó a Kazajistán y en 1929,sus enemigos políticos lo expulsan de la URSS.
En el exilio, Trotsky viajó de país en país, expresando públicamente los peligros que entrañaba para la revolución el estalinismo. En la URSS se orquestó una campaña difamatoria contra el antes influyente político, llegando a borrarse su firma de documentos históricos y a trucarse fotos para desaparecer la evidencia de la cercanía política y de amistad que mantuvo con Lenin.
En 1938, Trotsky llega a México tras que el presidente Lázaro Cárdenas, le concediese el asilo político por mediación del pintor mexicano Diego Rivera, simpatizante del socialismo. Trotsky fue recibido con honores de huésped distinguido, dándole hospedaje el pintor y su esposa, la también pintora Frida Kahlo, en su casa de Coyoacán. Sin embargo, en 1939, al tener malentendidos políticos con Diego Rivera, abandona la casa y se muda a otra en el mismo barrio.
Tras un atentado fallido encabezado por el pintor Daniel Alfaro Siqueiros, el 20 de Agosto de 1940, Trotsky es atacado por Ramón Mercader, alias Jacques Mornard. Trotsky murió al día siguiente, víctima de un ataque, a todas luces, orquestado por Stalin. Al sepelio acudieron más de 300 mil personas, el siete por ciento de la población de la Ciudad de México.
miércoles, 15 de octubre de 2008
isekenen n tkanaren
Pilar Sanpedro
El mito del amor y sus consecuenciasen los vínculos de pareja
(Disenso, 45, mayo de 2005)
Mientras en muchos países los matrimonios son concertados previamente, en nuestras sociedades el soporte de una institución social básica, la familia, se fundamenta en el amor romántico. Este amor romántico, construcción socio-cultural propia de Occidente, ofrece a las personas un modelo de conducta amorosa, que cuando falla –y siempre falla- produce la frustración y el desengaño, y es uno de los factores de la violencia en las relaciones de pareja. Las mujeres son más propensas que los hombres a creer en este mito, y las que ‘aman demasiado’, es decir, las que buscan el amor romántico obstaculizado por la elección de personas difíciles y agresivas, tienen más posibilidades de ser víctimas de la violencia y de consentirla, porque esa relación es la que da sentido a su vida. Nuestro modelo social es el máximo legitimador de éstos y otros comportamientos y la violencia doméstica será el plato de todos los días si no somos capaces de cuestionarnos el tipo de sociedad que genera maltratadores. Pilar Sanpedro es psicóloga social.
Te vas porque yo quiero que te vayas,
y a la hora que yo quiera te detengo.
Yo sé que mi cariño te hace falta,
aunque quieras o no, yo soy tu dueño.
(Ranchera La media vuelta, José A. Jiménez)
Todo amor es fantasía:
él inventa el año, el día,
la hora y la melodía;
inventa el amante y, más,
la amada. No prueba nada
contra el amor, que la amada
no haya existido jamás.
(Machado)
Actualmente, la violencia doméstica se ha convertido en una cuestión con una dimensión pública mayor que en otras épocas debido a la gran cantidad de interpretaciones que sobre ella se realizan desde diferentes instancias. La idea de este artículo no es aportar un análisis más sobre el tema, sino plantear una reflexión sobre un asunto que nos afecta a todas las personas en alguna medida y que, en el caso de las mujeres, es una de las muchas variantes que sustentan las situaciones de violencia. Me refiero al modelo amoroso de nuestra cultura occidental, al mito del amor pasión y a sus consecuencias en las relaciones de pareja actuales.
Intentaré analizar brevemente este modelo y sus proyecciones en el presenta para plantear como hipótesis que uno de los factores (evidentemente no el único ni el más importante) que facilita, favorece y sustenta la violencia de género más dramática y también las microviolencias cotidianas en las relaciones de pareja, es el modelo de amor romántico presente en nuestra cultura. Mi reflexión comienza cuando observo que en los relatos de las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia por parte de su pareja aparecen sistemáticamente elementos de esta idea del amor que he llamado romántico sobre el que estas mujeres han construido su universo y su biografía.
IDEALIZACIÓN DEL AMOR-PASIÓN. Nuestra cultura es excesivamente compleja como para explicar los asuntos de la pasión y el corazón como si fuesen únicamente una cuestión de hipotálamo, de feromonas, de olor corporal o de evolución (elegimos al más apto para procrear). Mi experiencia en el campo de la clínica y la terapia de pareja me hace pensar que el tema del enamoramiento es mucho más complejo y tiene que ver, sobre todo, con la construcción que nuestra cultura realiza sobre el amor. Explicar cómo la ideología del amor y el cebo del romanticismo sustentan en nuestras sociedades la estructura familiar supone, desde mi punto de vista, entender cómo, a estas alturas de nuestra historia, el matrimonio y la pareja siguen siendo núcleos fundamentales en la organización de nuestras comunidades.
En una encuesta realizada por el sociólogo José Luis Sangrador (1) aparece el dato significativo de que el 90 % de las personas encuestadas manifiestan que no se casarán con alguien del que no se sintiesen enamoradas. ¿Cómo se consolida, pues, el matrimonio en sociedades no utilitaristas y librepensadoras? Uniéndolo a la pasión. Lo que no aparece que aprendamos es que el amor novelesco triunfa sobre gran cantidad de obstáculos, pero hay uno contra el que se estrellará siempre: la duración.
Sin la idealización del amor-pasión es bastante probable que nuestros escépticos y cada vez más laicos jóvenes no se unirían ni por lo civil ni por la Iglesia para crear una familia. En todo caso, tendrían mucho más claro que el matrimonio convenido para pagar el piso o la luz a medias, construir una célula económica o tener hijos o mantener relaciones sexuales es más una cuestión de contrato y no tanto una unión romántica o pasional. Descubrir esa trampa, analizarla y asumirla genera bastante confusión en nuestras vidas, algunas dificultades, frustración y muchas consultas. Lo que más esquizofrenia produce en las parejas es que la pasión arruina la idea misma de matrimonio precisamente cuando se les había presentado como sustentadora y motivadora de él.
Para hablar de esta ideología del amor o su construcción social me remito a un sociólogo e historiador suizo (2) y a su ensayo El amor y Occidente. Para Denis de Rougemont, la cultura occidental, a través de su lírica, nos presenta un modelo amoroso que tiene una serie de características: la idea del amor presupone el gusto por las desgracias, por los amores imposibles (Tristán e Isolda, Romeo y Julieta), la hiperidealización del amor y de la persona amada. De tal forma es así, que el amor feliz no tiene historia, sólo el amor amenazado y condenado es novelesco y cinematográfico. Lo que exalta el lirismo occidental no es el placer de los sentidos ni la paz fecunda de la pareja, no es el respeto y el reconocimiento del otro, sino el amor como pasión sufriente.
EL AMOR EN LA LITERATURA Y EL CINE. En la literatura y el cine los personajes que encarnan a los héroes románticos no se aman; lo que aman es el amor, el hecho mismo de amar. Y actúan como si hubieran comprendido que todo lo que se opone al amor lo preserva y lo consagra en su corazón, para exaltarlo hasta el infinito. Los amantes son más felices en la desgracia del amor que en la tranquilidad cotidiana del afecto mantenido. Se necesitan uno a otro para arder, pero no al otro tal y como es, y no la presencia del otro, sino más bien su ausencia. Son los obstáculos más graves los que se prefieren por encima de todo para engrandecer la pasión.
A veces no es el obstáculo lo que está al servicio de la pasión fatal, sino que, al contrario, se ha convertido en la meta, en el fin deseado por sí mismo. Pienso, por ejemplo, en la psicología de los celos, deseados o provocados, solapadamente favorecidos para volver a sentir como al principio, y en toda la literatura que se ha generado en torno a ellos.
La literatura dotó de lenguaje a la pasión. ¿Cuántas personas reconocerían el sentimiento amoroso si no hubiesen oído hablar jamás de él? Pasión y expresión apenas son separables. A partir del momento en el que el instinto se pierde, la pasión tiende a relatarse a sí misma, sea para justificarse, para exaltarse o simplemente para mantenerse. La adopción de cierto lenguaje implica y favorece el desarrollo de ciertos sentimientos: “mi vida ha sido una larga espera para encontrarte”, “no puedo vivir sin ti”, “sin ti no soy nada”, “pasión que aísla del mundo”, “quemadura suave”, “te quiero más que a mi vida”, “mátame de pena pero quiéreme”.
Por supuesto que actualmente en la literatura y en el cine se cuentan historia que nos dicen lo que pasa después del “fueron felices y comieron perdices”, pero aquí estoy hablando de nuestros mitos. Lo que hace que una historia se convierta en mito es precisamente ese imperio que ejerce sobre nosotros a pesar nuestro y generalmente sin que lo sepamos.
Un mito es una historia, una fábula simbólica, simple y patente, que resume un número infinito de situaciones más o menos análogas. El mito permite captar de un vistazo ciertos tipos de relaciones constantes y destacarlas del revoltijo de las apariencias cotidianas. En un sentido más estricto, los mitos traducen las reglas de conducta de un grupo. El mito se deja ver en la mayor parte de nuestras películas y novelas, en su éxito entre las masas, en las complacencias y los sentimientos que despiertan, en nuestros sueños de amores milagrosos. El mito de la pasión actúa en todos lo lugares en lo que ésta es soñada como un ideal y no temida como una fiebre maligna; en todos los lugares en que su fatalidad es requerida, imaginada como una bella y deseable catástrofe. Vive de la misma vida de los que creen que el amor es un destino, que nos ha de consumir con el más puro y más fuerte y más verdadero fuego, que arrastra felicidad, sociedad y moral. Vive de la misma vida que nuestro romanticismo.
Racionalmente, sabemos que la pasión y el deseo se acaban, que la vida en común es complicada e implica una negociación constante, que la convivencia transforma irremediablemente el deseo; sin embargo, vivimos aún en la idea del mito del amor-pasión que ha generado y genera un prototipo de relación. Sabemos que el amor es una cosa pero fantaseamos con otra: un amor eterno, único y permanente en el tiempo. UNA CONSTRUCCIÓN DE OCCIDENTE. El mito del amor pasional es una construcción de Occidente. En Oriente y en la Grecia contemporánea de Platón el amor es concebido como placer, como simple voluptuosidad física, y la pasión, en su sentido trágico y doloroso, no solamente es escasa, sino que además, y sobre todo, es despreciada por la moral corriente como una enfermedad frenética.
El concepto de amor no existe en China. El verbo amar es empleado sólo para definir las relaciones entre la madre y los hijos. El marido no ama a la mujer, “tiene afecto por ella”. A los chinos se les casa muy jóvenes y el problema del amor no se plantea. No comparten las eternas dudas europeas: ¿es amor o no esto que siento? ¿amo a esta mujer, a este hombre o siento sólo afecto? ¿amo a ese ser o amo al amor? Tampoco sienten desesperación o dolor cuando descubren que han confundido el amor con las ganas de amar. Un psiquiatra chino consideraría síntomas de locura estas cuestiones. Mientras que en muchos países los matrimonios son concertados previamente, en nuestras sociedades el soporte de una institución social básica, la familia, se fundamenta en el amor romántico.
El ideal romántico construido culturalmente ofrece al individuo un modelo de conducta amorosa, organizado alrededor de factores sociales y psicológicos; durante nuestra larga socialización aprendemos lo que significa enamorarse, asociamos a ese estado determinados sentimientos que debemos tener, el cómo, el cuándo, de quién y de quién no… Algunos elementos son prototípicos: inicio súbito (amor a primera vista), sacrificio por el otro, pruebas de amor, fusión con el otro, olvido de la propia vida, expectativas mágicas, como la de encontrar un ser absolutamente complementario (la media naranja), vivir en una simbiosis que se establece cuando los individuos se comportan como si de verdad tuviesen necesidad uno del otro para respirar y moverse, formando así entre ambos un todo indisoluble.
Este concepto de amor aparece con especial fuerza en la educación sentimental de las mujeres. Para nosotras, vivir el amor ha sido un aspecto que empalidece a todos los demás. Nuestras heroínas literarias como madame Bobary, la Regenta, Julieta, Melibea, la Dama de las Camelias, Ana Karenina… viven el amor como proyecto fundamental de su vida. La escritora Lourdes Ortiz (3) analiza cómo en la mayoría de estas historias vemos que lo que para la protagonista es la vida entera, para el personaje masculino es sólo una parte de su existencia. El amor como proyecto prioritario y sustancial sigue siendo fundamental para muchas mujeres y sin él sienten que su existencia carece de sentido.
A pesar de los cambios profundos conseguidos en el siglo XX por el movimiento feminista, las mujeres, en mayor medida que los hombres, asumen ese modelo de amor y de romanticismo que nos hace ordenar nuestra biografía y nuestra historia personal en torno a la consecución del amor. Muchas mujeres buscan aún la justificación de su existencia dando al amor un papel vertebrador de la misma, concediéndole más tiempo, más espacio imaginario y real, mientras que los hombres conceden más tiempo y espacio a ser reconocidos y considerados por la sociedad y sus iguales (4).
Mientras que por lo general solemos elegir a las amistades entre aquellas personas que más nos gratifican, que más nos respetan y que más compensaciones emocionales y afectivas nos reportan, sin embargo, es posible que nos relacionemos a nivel de pareja con personas que no sólo no nos gratifican, sino que nos llenan de amargura, sufrimiento y daño físico y psíquico. ¿Cómo explicar la persistencia del amor o la relación en estos casos? ¿Cómo se puede amar a quien te mortifica y anula? No es una cuestión de irracionalidad, y me niego a creer que las personas, sobre todo mujeres, que viven estas situaciones son tontas, masoquistas o descerebradas. Es importante que comencemos a explicar esos amores patéticos y llenos de sufrimiento, sacrificios personales y renuncias, sobre todo cuando, en mayor o menor medida, muchas personas han vivido y soportado en sus relaciones de pareja alguna que otra humillación, falta de respeto por sus opciones u opiniones, limitaciones a la libertad, algún que otro desprecio, presiones para hacer esto o lo otro, chantajes e imposiciones.
LA ‘ESPIRAL DE VIOLENCIA’. Las mujeres que aman demasiado, aquellas que buscan el amor romántico obstaculizado por la elección de personas difíciles, agresivas o controladoras tienen más posibilidades de vivir en la violencia, consentirla y permanecer en ella, porque esa relación es la que da sentido a su vida.
Una de las características que tienen todas las historias relatadas por mujeres que sufren maltrato es precisamente esa discontinuidad en la relación. No son historias afectivas templadas por los años, sino que aparecen siempre intervalos de paz y dolor, fase de luna de miel entre los episodios de maltrato: hoy te maltrato y mañana te amo más que a mi vida, sin ti no soy nada, perdóname, te quiero; todo ello acompañado de muestras extraordinarias de cuidados y cariño hasta la próxima escena. Se le ha dado el nombre técnico de “espiral de violencia”, en la que los episodios de maltrato son cíclicos
Cuando las mujeres se plantean abandonar al maltratador tienen que reconstruir su nueva biografía en un contexto ajeno a sus tradiciones y abandonar un lugar en el que se comportaban como amantes esposas y madres. Se trata de dejar su proyecto vital; renunciar al amor es el fracaso absoluto de su vida, y es muy difícil que vean en ese cambio una promesa de vida mejor. Las mujeres siguen interpretando la ruptura matrimonial como un problema individual, como una situación estresante y anómala y no como la liberación de una situación opresiva que, además, debe ser tratada como problema colectivo y no individual. Y en este sentido, es la sociedad la que debe rehabilitarse, la que debe ser llevada a terapia, porque son las construcciones, las historias y los mitos de esa sociedad los que están en el origen y la raíz del problema de la violencia doméstica.
Nuestro modelo social es el máximo legitimador de éstos y otros comportamientos y, como tal, la violencia doméstica será el plato de todos los días si no somos capaces de cuestionarnos qué tipo de sociedad genera maltratadores, qué sociedad genera esta patología del vínculo amoroso. A su vez, debemos pensar qué tipo de cultura es la nuestra para que mujeres capaces y adultas soporten, en nombre del amor, la humillación y el sufrimiento; para que, en lugar de escapar de esas situaciones, busquen soluciones peregrinas y absurdas como tener hijos, automedicarse o disculpar a su pareja para no perder aquello que fundamenta su vida: el amor.
Condenar la pasión en bloque sería querer suprimir uno de los aspectos de nuestra creatividad y de nuestra historia. Además de imposible, es una tarea titánica. Mi pretensión es sólo la de alertar, prevenir, analizar, aislar la pasión, desmontarla, si se quiere, para observarla y conocer mejor sus propiedades. Hacernos más conscientes de este proceso nos hace más libres, y hablar de la utopía nos acerca más a ella y a sus posibilidades, a la búsqueda de relaciones más alternativas al modelo al uso, de mayor calidad, más plásticas y que nos ahorren sufrimiento. Mi experiencia profesional y también personal me dice que quien da mucha importancia a su vida amorosa en detrimento de otros aspectos vitales sufre más, se suscribe antes al sufrimiento como meta, en comparación con aquellas personas que muestran menos interés por el campo sentimental y que ponderan en su justa medida la vivencia del amor.
Me gustaría educar a las nuevas generaciones en un análisis más crítico de este modelo amoroso y estaría más conforme si les hiciéramos planteamientos más realistas sobre la arbitrariedad de la elección amorosa. Me gustaría que entendamos que no hay nadie en el mundo que pueda colmarnos definitiva y eternamente, que los afectos son múltiples, de diferente pelaje y complejidad, que el amor no puede basarse en renuncias y sacrificios y que nunca deberíamos abandonar nuestra individualidad, nuestros proyectos personales, nuestro espacio propio en aras del amor.